lunes, 3 de mayo de 2010 en 3:30 Publicado por Kris Mola 2 Comments

Ya sé que llevaba tiempo sin publicar nada, pero estaba esperando a que me pasara algo que mereciera la pena contar. Y en efecto, pasó: (otro) atraco. Os sitúo:

La calle de atrás de mi casa es bastante vieja y se encuentra en un estado bastante lamentable: muebles tirados fuera de las casas, colchones, basuras varias que se acumulan en las calles. En esta calle viven casi todos los inmigrantes del barrio: musulmanes, moros.. si, esas personas tan simpáticas que nos sirven kabaps o cómo se escriba cuando tenemos hambre y no encontramos nada más abierto, porque los españoles cerramos los domingos por ser un "dia santo" mientras que estos chicos trabajan de lunes a domingo, de sol a sol. Y luego nos quejamos de la crisis y de que nos quitan el trabajo...

Como iba diciendo, en esta calle viven casi todos inmigrantes. Pero no todos, obviamente: también personas de clase media española en  el otro lado de la acera, en unas fincas ya más cuidadas. Y los hijos de estas personas, tanto españolas como no españolas, se quedan en la calle jugando al balón mientras sus padres, un sábado, trabajan o hacen la comida. Casi todos los días paso por esa calle para coger el metro, y nunca he tenido ningún problema con algún chiquillo inmigrante, nunca. Es más, son muy respetuosos: si están jugando al balón y una persona mayor tiene que cruzar la calle, ellos paran, y si hace falta, ayudan a esta persona (si se dejan, porque claro, los inmigrante siempre son los que roban... que se note la ironía en mis palabras, por favor) a cruzar la calle. Sin embargo, no ocurre lo mismo con los chiquillos (y no tan chiquillos) españoles.

Los únicos altercados que he tenido en esa calle han sido con chiquillos de 12 a 16 años de edad, nacidos en españa, valencia seguramente. Este sábado, por ejemplo, con dos chicos: el pequeño no tendría 15 años, y el más mayor no llegaría a los 18 años. Se acercaron a un amigo y a mi, que ibamos hacia el metro, y enseguida se pusieron a hablar como trogloditas emocionados por ver brillo metálico en sus manos. El más pequeño: "Ey, dame un euro..." y el otro "quítales el movil, mierda"...

Es bastante penoso ver a niños así... piensas: ¿Qué educación habrán recibido? ¿Habrán recibido alguna? Es bastante penoso pensar en qué se pueden gastar el dinero que roben. Es bastante penoso, que si lo cuentas, lo primero que te digan es "Seguro que fue uno de esos moros..." Cuando  "esos moros" lo único que hacen es trabajar de sol a sol para poder alimentar a sus hijos, y sobrevivir en un terreno hostil y lleno de prejuicios contra ellos, personas que no tienen la culpa de que los demás generalicen y expandan prejuicios: no todos los moros son machistas que maltratan a sus mujeres. No todos los moros te silban cuando pasas por su lado. No todos los moros roban.

Que ironía, de toda la población inmigrante que hay en españa, en valencia concretamente, nunca me ha atracado un extranjero. Siempre los hijos de "honorables" y "trabajadores" españoles.

2 Responses so far.

  1. Bueno, éso pasa de vez en cuando, pero hay de todo...éso pasa en tu barrio, porque yo suelo ver todo lo contrario jaja pero sea lo que sea y con quien sea, falta mucha educación en este país...sólo hay que mirar notícias como "una madre pega al profesor de su hijo por no dejarle entrar en clasa en pijama"
    así nos va XD

  2. ¡Ah, los canis, ese producto tan español! No se extinguirán todos de una, no...

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    Una persona sincera, directa, a la cual le gusta mucho darle al coco (sino no habría creado un blog) y compartir sus coherencias e incoherencias con el resto de la gente ^^ Soy de valencia, tengo 18, y molo más que tú =D

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